Me dices que tu novio/a te ha dejado, y que estás destrozado/a. Te duele; claro que te duele...
No te extrañe. Has puesto mucho cariño en esa relación, y en ella tenías depositadas muchas esperanzas. Es normal que esa ruptura te duela. Así que no te asustes;... y dales tiempo a tus sentimientos para que se vayan resituando. No los rechaces; asúmelos; ten paciencia con ellos. Dales tiempo, y date tiempo a ti mismo/a para resituarte... Lo que pasó, ¡pasó!, aunque a ti no te hubiera gustado que pasara. Y ya pasará... Lo que ahora sientes, eso es lo que sientes. Así que no intentes rechazarlo,... o rechazarte a ti mismo/a por sentirlo. No caigas en el círculo vicioso de entristecerte al ver que estás triste de no poder superar la tristeza que te produce esa separación... No. Siente que Dios te acompaña, que no estás solo/a.
Tú eres mucho más, muchísimo más que esa tristeza o esa decepción. No te dejes encadenar a ella. Recuerda que los caminos de Dios a veces no coinciden con el camino que nos marcamos nosotros.
Sé tú mismo/a. Sigue siéndolo, aunque alguien no haya sabido apreciar la maravilla que eres... Busca en tu interior a Dios, Él es el que ofrece el Amor Verdadero que nunca nos falla.
Un abrazo
|